14 todos los días

El año pasado, fue el primer día de San Valentín que F y yo pasamos juntos. Tenía muchas expectativas sobre lo que sería ese día, porque si aún no se dan cuenta, soy romántica nivel: toda la selección de películas de la categoría romance de Netflix, elevado al cubo.

Pero F no.

A él le gustan las cosas sencillas. Los paseos por el parque, las cenas en la casa, las conversaciones eternas tirados en la cama. Cosas sencillas que antes de conocerlo no podía concebirlas como posibles en el Día del Amor.

Pero ese día fue así. Algo relajado, solos en nuestro departamento, viendo series, hablando de la vida, comiendo cositas ricas... En fin, conociéndonos.

Fue ahí cuando me di cuenta que el amor de películas también puede ser el que vivimos a diario y que no necesitamos de grandes lujos para demostrarle al otro todo el amor que le tenemos. Así, entonces, comencé a disfrutar cada momento como si fuese 14.

En fechas como estas agradezco tener a mi lado a alguien que goce con las cosas simples, porque las rosas se secan, los globos se revientan y los chocolates se acaban, pero las conversaciones, las risas y cada momento de complicidad se quedan para siempre. Seamos felices con lo sencillo y hagamos de nuestras relaciones un constante día del amor.

Natalia.