Cómplices
- Natigarlob

- 12 feb 2019
- 1 Min. de lectura
Actualizado: 12 ago 2019

Que loco es sentir que para que todo esté bien en tu vida, lo único que necesitas es un abrazo. Así me siento desde hace aproximadamente dos años.
Desde chica me ha costado expresar mis sentimientos mediante palabras, fui más bien una niña retraída y muy apegada a mi mamá. A medida que pasó el tiempo comencé a aprender a expresarme y poder decir las cosas sin temor, algo que se multiplicó por mil cuando conocí a mi amor.
Nunca había sentido una conexión tan fuerte con alguien que a penas conocía, fue como si nuestros cerebros estuviesen unidos y pensaran como uno solo.
Con él comencé a hablar por horas y horas y horas. De cosas importantes, y de tonterías, de problemas y soluciones, de penas y alegrías.
Es que todo resulta interesante cuando estamos juntos. Nos hemos transformado en cómplices a tal punto que solo nosotros entendemos que está bien si nos enojamos y luego queremos hacer como si nada hubiese pasado y que una risa en el momento menos indicado puede ser fruto de la mejor de las reconciliaciones.
En tiempo de relaciones desechables, decidimos luchar por el entendimiento, la confianza y el amor, porque aunque a veces todo pueda resultar perfecto, también es complicado, sin embargo, el valor está en sentir que juntos somos uno multiplicado por mil y que solo basta un abrazo para estar mejor.
Natalia.



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